El ductus...por Roland Barthes
" En 1866, Waterbach llama la atención acerca de
un elemento importante del acto de escribir: el ductus. Sí en verdad se
trata de un elemento de importancia capital, ¿ Cómo no se lo descubrió antes?
El hecho es que hasta entonces interesaba más la escritura como producto que
como producción. Ahora, el ductus no es una forma, es un movimiento, un
orden en pocas palabras, una temporalidad, el momento en que se fabrica algo;
sólo se puede captar el sentido del ductus si se piensa en la escritura que
se está realizando y no en la escritura ya hecha ( es esa escritura a la
que hemos denominado " inscripción" para distinguirla de la escritura
propiamente dicha o cuerpo estable, objetivo de formas gráficas). Otro motivo
por el cual el ductus nos parece hoy un elemento importante del
acontecimiento de la escritura, es que nuestra modernidad más reciente nos
induce a acentuar la importancia de la producción, oponiendo la productividad
del texto a la estructura de la obra.
El ductus es al mismo tiempo el orden
con que traza la mano los distintos signos que componen una letra ( o un
idiograma) y la dirección que sigue cada
signo. El orden y la dirección siguen
una regla, el ductus es un código. En las escrituras modernas (
personales) , el código ( que se mantiene elástico, si no directamente
inoperante al menos individual) deriva en cierto modo de la fisiología, la
cual, por razones de comodidad y de economía, impone trazar los signos de una
letra en un sentido determinado; por ejemplo, los signos redondos son retrógrados,
los palotes son trazos de arriba hacia abajo; en las grandes escrituras
profesionales ( por ejemplo la de los talleres de escritura - Scripteria- del
Medioevo , o la de la ideografía china) el código es inmutable: es un programa
propiamente dicho, una cadena operativa tan estable que en los diccionarios
chinos o japoneses los ideogramas
aparecen clasificados en función del ductus , que regula
institucionalmente su ejecución. En
sentido análogo y como confirmación del
primado del ductus, en las escrituras del bajo imperio las ligaduras
entre las distintas palabras no dependen del sentido, sino del ductus
mismo; la mano del copista reina soberana, es ella la que dicta la ley.
He aquí por qué el ductus es
importante: porque es un hecho de producción ( y no una forma del producto) ;
es además, porque representa en vivo la inserción del cuerpo en la letra; en
fin, porque tal inserción está codificada.
El ductus es un gesto humano en su
dimensión antropológica: es ahí donde revela
la letra su naturaleza manual, artesanal, operativa y corporal."
Campa, Riccardo La escritura y la etimología del mundo
Barthes. Roland:
Variaciones sobre la escritura
Argentina. Edit.
Sudamericana1989. Págs. 60 a
65.