martes, 22 de enero de 2013

Traumas en la niñez cambian cerebro



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Traumas en la niñez cambian cerebro y predisponen a personalidad impulsiva

 

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El cerebro queda programado para no activar zonas que inhiben violencia y sobreactivar la de los impulsos

Los golpes reiterados, el abuso, la violencia psicológica, el abandono o la muerte de un ser querido tienen una cosa en común: producen miedo en los niños.
Cuando esas situaciones se repiten, pueden transformarse en traumas, los que han sido vinculados con la agresividad en la adultez.
De hecho, no son pocos los casos de personas violentas que tienen antecedentes de infancias adversas. Sin embargo, ningún estudio había podido encontrar un vínculo neurológico directo, hasta ahora.
Una investigación de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, demostró que el trauma en la infancia no sólo produce sufrimiento psicológico, sino que provoca cambios a nivel cerebral, los que están relacionados con la conducta agresiva impulsiva en el futuro.
El estudio, realizado en ratas y comparado con resultados previos en humanos, muestra diferencias en la estructura y funcionamiento del cerebro de quienes vivieron un trauma en la niñez y quienes no.
Al enfrentarse a situaciones estresantes, una persona que ha tenido una infancia normal reacciona activando en su cerebro la corteza orbitofrontal, encargada de inhibir las reacciones agresivas. Pero en las pruebas en animales, los expertos vieron que en aquellos que habían sido expuestos a situaciones traumáticas, esa zona casi no funcionaba.
En cambio, la amígdala, vinculada a las reacciones emocionales y más impulsivas, se sobreactivaba. Luego, los expertos compararon sus resultados con escáneres de personas adultas con rasgos agresivos: ambas zonas cerebrales funcionaban igual que las de las ratas.
“No esperábamos encontrar este nivel de similitud”, dijo Carmen Sandi, líder del Laboratorio de Comportamiento Genético de la EPFL.
Sandi explicó a La Tercera que los resultados de su estudio “demuestran que la exposición al estrés durante los primeros años de vida conduce a un aumento de los comportamientos agresivos y también a alteraciones en la actividad cerebral”, y que esos cambios en este órgano “ya se ven en la adolescencia, según nuestros estudios en curso”, dice.
Huellas en el cerebro
Este trabajo no sólo es el primero en vincular biológicamente el trauma infantil con la conducta agresiva en la adultez. También es el primero en mostrar una programación epigenética a largo plazo.
Esto quiere decir que un factor medioambiental, como el estrés intenso en la niñez, es capaz de alterar genes y programar el cerebro de un individuo para predisponerlo a una mayor impulsividad en su etapa adulta.
Para probarlo, los expertos, además, analizaron qué pasaba con el gen llamado MAOA, asociado a la agresión patológica. “Lo que mostramos en nuestro estudio es que, independientemente de los antecedentes genéticos de un individuo, un trauma en la vida temprana puede por sí solo afectar los niveles de expresión de esta molécula en el cerebro”.
De hecho, las ratas sometidas a estrés vieron alterada la expresión del gen, el cual aumentó en la corteza prefrontal. Los investigadores probaron que un tratamiento farmacológico podría ayudar.
Se trata de un inhibidor del gen MAOA, en este caso un antidepresivo, que revirtió el aumento de la agresividad, por lo que el equipo explorará nuevos tratamientos para revertir los cambios físicos en el cerebro.
“Pese a eso, creemos que, de todas formas, cualquier tratamiento farmacológico dado a los seres humanos necesita ser combinado con una terapia cognitiva adecuada. En nuestra opinión, estos fármacos podrían ser capaces de abrir oportunidades para el aprendizaje y la plasticidad en el cerebro y, por lo tanto, volver a programar los comportamientos (y las funciones cerebrales) que fueron dañados por la exposición temprana al trauma”.
OTROS ESTUDIOS
Quince años menos de vida.
En 2010, la U. de Ohio estudió a personas con una edad promedio de 70 años con y sin antecedentes de trauma infantil. Quienes tuvieron una niñez más adversa mostraron peor salud y acortaron su vida entre siete y 15 años.
Tres veces más riesgo de derrame cerebral en la adultez tienen las personas que han vivido traumas en la niñez, reveló un estudio publicado en 2012, en Neurology. Aunque los expertos no saben la razón, creen que el estrés intenso afecta el desarrollo normal.
Más propensas a consumir alcohol y tabaco son las personas con infancias adversas, según dos estudios independientes publicados en 2012. Otro, en tanto, dice que también estas personas están más expuestas a sufrir depresión. 


IMPORTANTE: Si bien la nota es interesante,  no publica referencias.
Fuente: Cristina Espinoza 
http://www.latercera.com/noticia/tendencias

lunes, 21 de enero de 2013

Dos grandes humanos.



Freud y Albert Einstein


En 1936 Albert Einstein  escribió a Freud la siguiente carta:
Verehrter Herr Freud:
“ Me siento feliz de que esta generación le haya tocado en suerte la oportunidad de expresar su respeto y su gratitud a usted, que es uno de sus más grandes maestros. Seguramente no le fue fácil lograr que la gente profana, escéptica como es, haya llegado a hacerse al respecto un juicio independiente. Hasta hace poco, lo único que me era posible captar era la fuerza especulativa de sus concepciones, a la vez que la enorme influencia ejercida sobre la Weltanschauung (concepción del mundo) de nuestra presente era, sin estar en condiciones de hacerme un juicio independiente acerca del grado de verdad que contenía. Pero hace muy poco tuve oportunidad de oír algunas cosas, no muy importantes en si mismas, que a mi juicio descartan toda interpretación que no sea la que usted ofrece en su teoría de la represión. Me sentí encantado de haber dado con esas cosas, ya que siempre es agradable ver que una grande y hermosa concepción concuerda con la realidad.
Con mis cordiales deseos y mi profundo respeto,”
Albert Einstein


 Fuente:  http://psicoterapeutas.eu


Sigmund Freud



Principales teorías de Sigmund Freud

1).-Estructura de la psique o mente: consciente, preconsciente e inconsciente.
  • Consciente, formado por todo aquello de lo que nos percatamos en un momento dado.
  • Preconsciente, integrado por los procesos psíquicos de los cuales el sujeto no se percata, pero que los puede traer a la conciencia con mayor o menor dificultad.
  • Inconsciente, constituido por todo lo que ha sido reprimido y los instintos, y que no se puede hacer consciente por el simple deseo del sujeto de recordar.
2).-Posteriormente creó un segundo esquema psíquico: Ello, Yo y Super-Yo.
  • El ELLO, en el cual radican los impulsos instintivos y predomina el principio de placer. El Ello es inconsciente
  • El YO, constituye la parte del aparato psíquico que tiene a su cargo el contacto con la realidad externa.
  • El SUPER-YO, es un sistema mental regido por el principio del bien.
3).-Teoría de los instintos: en un primer momento Freud afirmó que existirían, el instinto sexual y el instinto agresivo. Posteriormente pensó que lo realmente habría en el ser humano sería el instinto del Tanatos (fuerza destructiva) y el del Eros (fuerza de vida).
4).-Complejo de Edipo, consistente en que el niño pequeño vive una especie de “enamoramiento” hacia su madre y considera, en ese momento, al padre como un rival en el cariño y atenciones de la madre.
La misma situación pero a la inversa ocurre en las niñas.
5).-La Líbido, fuerza impulsiva que representa al instinto sexual, entendido no en sentido genital, sino en un sentido más amplio, es decir abarcando las diversas formas que tienen por objeto la consecución de placer.
La líbido sigue una evolución desde el nacimiento hasta la edad adulta, y comprende las siguientes etapas o fases:
  • Oral, hasta el final del primer año y en la cual la energía libidinosa está centrada en la boca.
  • Anal, centrada en el ano y comprende hasta los tres años aproximadamente.
  • Fálica, en la cual la líbido se desplaza hacia el falo y dura hasta los cinco años, más o menos.
  • Fase de Latencia, en la que parece haber una disminución en los intereses libidinales.
  • Genital, la líbido se centra en los genitales. Esta última etapa comprende desde el comienzo de la adolescencia hasta la edad adulta.
Fuente: (Editado por la Dra. Moya Guirao) http://psicoterapeutas.eu

martes, 15 de enero de 2013

¿Estàs tomando la dosis diaria?


La escritura cursiva



La tragedia educativa.
ESCRITO A MANO

 

Por el Dr. Guillermo Jaim Etcheverry


En Inglaterra se vuelve a usar la estilográfica para que los estudiantes aprendan la grafía. En Francia también se considera que no se debe prescindir de esa habilidad, pero allí el problema reside en que ya no la dominan ni los maestros.
Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar.
En la escritura cursiva, el hecho de que las letras estén unidas una a la otra por trazos permite que el pensamiento fluya con armonía de la mente a la hoja de papel. Al ligar las letras con la línea, quien escribe vincula los pensamientos traduciéndolos en palabras.
Por su parte, el escribir en letra de imprenta implica escindir lo que se piensa en letras, desguazarlo, anular el tiempo de la frase, interrumpir su ritmo y su respiración.
Si bien ya resulta claro que las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros.
Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable. Los sistemas de escritura deberían convivir, precisamente por esa calidad que tiene la grafía de ser un lenguaje del alma que hace únicas a las personas. Su abandono convierte al mensaje en frío, casi descarnado, en oposición a la escritura cursiva, que es vehículo y fuente de emociones al revelar la personalidad, el estado de ánimo.
Posiblemente sea esto lo que los jóvenes temen, y optan por esconderse en la homogeneización que posibilita el recurrir a la letra de imprenta. Porque, como lo destaca Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere.

En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva.

Como en tantos otros aspectos de la sociedad actual, surge aquí la centralidad del tiempo. Un artículo reciente en la revista Time, titulado: Duelo por la muerte de la escritura a mano, señala que es ése un arte perdido, ya que, aunque los chicos lo aprenden con placer porque lo consideran un rito de pasaje, "nuestro objetivo es expresar el pensamiento lo más rápidamente posible. Hemos abandonado la belleza por la velocidad, la artesanía por la eficiencia.
La escritura cursiva parece condenada a seguir el camino del latín: dentro de un tiempo, no la podremos leer". Abriendo una tímida ventana a la individualidad, aún firmamos a mano. Por poco tiempo...




Quien es el Dr. Guillermo Jaim Etcheverry?  

Graduado de médico con Diploma de Honor (1965) y Doctor en Medicina (1972) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, su tesis de doctorado mereció el premio Facultad a la mejor Tesis en Ciencias Básicas.
Dedicado en forma exclusiva a la docencia y la investigación en neurobiología, se desempeña actualmente como Investigador Principal en la Carrera del Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Ocupó todas las posiciones docentes en el Departamento de Biología Celular e Histología de la Facultad de Medicina de la UBA del que es actualmente profesor titular y director y de la que fue decano entre 1986 y 1990.
Realizó estudios de postrado en Basilea, Suiza, y, entre otras, obtuvo la beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation para trabajar en el Salk Institute de La Jolla, California.
Es editor de numerosas publicaciones nacionales e internacionales, miembro de número de la Academia Nacional de Educación y de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.
Su libro titulado "La tragedia educativa" (1999) recibió el premio al mejor libro de educación del año otorgado por las X Jornadas Internacionales de Educación. "Maestro de la Medicina Argentina" (2001) fue elegido rector de la Universidad de Buenos Aires (2002).
Se interesa por el análisis de la significación social de la educación así como por la problemática universitaria. La educación médica es otro de sus intereses principales.

Fuente
Miércoles, 18 de abril de 2012