Alteraciones de la
lateralidad:
Cruces laterales y lateralidad contrariada.
Texto
adaptado por Eva Procopio
“
Durante los primeros años de vida, los niños deben desarrollar bien la función
integrada de los dos hemisferios cerebrales y las estructuras encargadas de
ponerlos en constante comunicación (el Cuerpo Calloso).
De
esta comunicación depende, entre otras funciones, el desarrollo de la capacidad
para orientarse en el espacio y en el tiempo, que es imprescindible para
decodificar e interpretar el significado de los mensajes escritos (las letras y
los números).
Alrededor
de los cinco o los seis años, cuando finalizan el período preescolar, los niños
tienen que desarrollar una dominancia diestra o zurda y distribuir las
funciones de los dos hemisferios para que éstos puedan actuar complementándose.
No
hay un hemisferio más importante que el otro. De la actividad integrada de
ambos dependen muchos fenómenos relacionados con el aprendizaje y la adaptación
escolar. Y también dependen muchos aspectos relativos al equilibrio personal.”
(…)
“Los trastornos de la lateralidad
infantil pueden y deben ser tratados sin demora.
Los
niños que no han desarrollado bien su lateralidad zurda, los diestros
contrariados, los que padecen cruces laterales y que tienen la dominancia en
una mano y en el ojo del lado contrario, acostumbran a presentar signos que
pueden confundirse fácilmente con una dislexia primaria.” (…)
Las
alteraciones en la construcción, orientación y emplazamiento de los trazos
necesitan un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado. La reeducación
gráfica permite resolver el problema de base y todas sus consecuencias.
“Es
muy importante asegurar el diagnóstico y la dominancia lateral del niño y
evitar diagnósticos superficiales, basados en algunos datos poco valorables,
como la mano con la que escribe o el ojo en el que se coloca el calidoscopio.”
Fuente:
Dra.
Mª del Mar Ferré Rodríguez (col nº 35.398)
Dr.
Jorge Ferré Veciana (col nº 12.853)